Un presidente, el francés Jean Michel Aulas, un entrenador, el holandés Guus Hiddink, y un veterano jugador, el alemán Mehmet Scholl, terminan la semana como modelos a seguir de una temporada en Europa que comienza a rellenar su cuadro de honor.El primero, Aulas, cumplió su sueño de convertir al Olympique Lyon en el mejor club de Francia. Cuando llegó a la presidencia, en junio de 1987, predijo que el equipo se codearía con los mejores de Europa y muchos se rieron, en una ciudad que no vibraba con el fútbol.
Ex jugador de balonmano y experimentado empresario, Aulas tomó al Lyon en Segunda División y con una deuda de 15 millones de euros. Primero lo saneó, creó la marca "OL", que aporta el 30 por ciento del presupuesto, y después lo plagó de brasileños y de los mejores jóvenes de Francia.
El resultado es un club estable, que no ha notado los cambios de técnico (Jacques Santini, Paul Le Guen y Gerard Houllier) y se ha convertido en el primero en la historia que suma cinco títulos de la Liga francesa consecutivos.
Junto a Aulas, un entrenador, el técnico del PSV Guus Hiddink, concluyó la semana en lo más alto, tras sumar su victoria número 200 en la Liga holandesa.
Hiddink es otro caso único. Políglota y capaz de compaginar su trabajo de club con una exitosa labor como seleccionador, que le ha llevado a Corea del Sur, Australia y, tras el Mundial, a Rusia.
El "holandés errante", que también ha añadido a su experiencia el poso de España o Turquía, es desde el pasado 10 de abril "ciudadano de honor de Eindhoven", adonde llegó en 1987 para hacer grande al PSV. Hiddink conquistó, a primeros de mes, una nueva Liga con el PSV y puede lograr su cuarto "doblete" si vence al Ajax en la final de la Copa, el próximo 7 de mayo.
Mehmet Scholl, por último, simboliza al tipo de jugador que ya escasea. El centrocampista de origen turco ha aportado al Bayern la mayor dosis de talento, desde su llegada a Múnich, en 1992.
Con 35 años y castigado por las lesiones, sus apariciones son cada vez más esporádicas, pero igual de importantes: ha marcado 14 goles saliendo del banquillo y, con un total de 86 tantos, ya es el sexto máximo artillero de la historia del club, junto a Uli Hoeness.
El sábado, "Scholli" cumplió como se espera de él y evitó que volviese al Bayern la histeria, tras haber empatado con el colista, el Colonia (2-2) y haber sido goleado por el Werder Bremen (3-0), en las jornadas precedentes.
Frente al Arminia Bielefeld, Mehmet Scholl salió en el minuto 64, con 0-0 en el marcador. Cuatro minutos después dio a Michael Ballack el pase del primer gol y, en el 74, logró el tanto de la tranquilidad. Su técnico, Felix Magath, resumió el sentir general: "Es simplemente fantástico".
efe